Se
esperaba con expectación el estreno de la obra
‘Teresa, miserere gozoso’, de Teatro
Corsario. Y no defraudó. Esta obra está incluida
en el conjunto de 15 actividades vinculadas con las artes
escénicas que itinerarán por Castilla y
León dentro de la programación diseñada
por la Consejería de Cultura y Turismo con motivo del V
Centenario del nacimiento de Santa Teresa. Una excelente puesta en escena y con una magnífica iluminación que ayudó a la caracterización de los diferentes personajes que fueron apareciendo en el escenario del Auditorio de San Francisco. En especial, para mostrar el tumultuoso mundo interior de Teresa, papel magníficamente interpretado por Rosa Manzano. Impresionantes
las escenas del ‘arrobamiento’ de Teresa, ante la
aparición de Cristo en La Encarnación y la
alegoría del amor divino, con una trapecista
dejándose caer sobre dos lienzos blancos. La
obra recibe un apoyo inconmensurable en las canciones que
interpretó Consuelo Bravo. De alguna manera es el hilo
conductor de la obra, con poemas musicalizados con ritmos del
renacimiento. Todo ello tratado como Teatro Corsario suele
hacer en este tipo de representaciones. «Muy
leída es usted para ser mujer», le dice el
dominico en la audiencia que tiene con ella. «Dejen a
las mujeres y a los que no tienen luz acceder a lo
espiritual», le contesta la carmelita. La obra muestra
claramente la lucha de una mujer, vehemente y apasionada, por
llevar a cabo una misión contra viento y marea. A fe
que lo han conseguido. El tumultuoso e intrincado mundo
interior de la reformadora está claramente
caracterizado en esta representación, desde sus propias
contradicciones hasta la pelea con la enfermedad casi toda su
vida; desde su afición a la lectura, libros de
caballerías incluidos, hasta el misticismo arrebatador
en el contacto con la divinidad. |
TERESA, MISERERE GOZOSO |